La AAP recomienda que los padres establezcan «zonas libres de pantallas» en el hogar, asegurándose de que no hay televisión, ordenador o videojuegos en los dormitorios de los niños, y apagando la televisión durante las comidas.
Los niños y adolescentes deberían usar estos medios durante no más de una o dos horas diarias, y siempre con contenidos de alta calidad. Es importante para los niños emplear su tiempo en juegos al aire libre, lectura, aficiones y uso de su imaginación en situaciones de juego libre.
Durante los últimos años, el tiempo empleado frente a varias pantallas, incluyendo televisión, videojuegos, smartphones y ordenadores, se ha incrementado dramáticamente. Numerosos estudios muestran, con notable consistencia, que esta tendencia tiene un fuerte impacto negativo en el desarrollo cognitivo de niños y adolescentes. Las áreas afectadas incluyen, en particular, resultados académicos, lenguaje, atención sueño y agresividad.
La visión de TV durante la infancia está asociada con problemas de atención en la adolescencia, independientemente de problemas tempranos de atención u otros factores de confusión. Estos resultados apoyan la hipótesis de que la exposición durante la infancia a la televisión puede contribuir al desarrollo de problemas atencionales, y sugieren que estos efectos pueden ser duraderos.
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https://elpais.com/tecnologia/2019/01/27/actualidad/1548622827_861352.html